F. Trillo Alonso : El profesorado y el desarrollo curricular: tres estilos de hacer escuela.

16.01.2012 17:32

 

En este texto el autor muestra una caracterización de los tres modelos de profesorado: el técnico, el práctico y el crítico. Los describe y muestra sus ventajas e inconvenientes y la postura que cada uno presenta ante la idea de innovación educativa y de un cambio en el curriculum escolar.

El estilo técnico se centra en el cómo, es decir, cómo hacer lo que le dicen que haga.

El qué hacer no es cosa suya, le viene dado.

Los porqués y para qué son algo que conocen los que están por encima de él. Por lo tanto presenta una estructura jerárquica, y asume sin cuestionar su condición: la más baja, según él, en los peldaños del currículum. Reconoce ser “un mandado”, hay cierta resignación, pero también cierto alivio ya que no se hace responsable de sus decisiones, hace lo que le indican sin cuestionárselo.

Todo ello expresa la resistencia al cambio, ya que conlleva un esfuerzo adicional de puesta al día en cuestiones didácticas y científicas; porque no está acostumbrado a trabajar en equipo, porque se siente amenazado por los cambios que produce lo desconocido y se conforma con la situación que le viene dada. Tiene miedo de perder derechos ya adquiridos y que su trabajo pueda ser cuestionado.

El estilo práctico no solo se interesa en el cómo, sino también en el qué, por qué y para qué. El hacer por hacer o el hacerlo de una manera mimética e irreflexiva es algo que intenta evitar.

Se reconoce como una figura clave en el proceso de desarrollo del currículum, por lo que sume gran parte de responsabilidad de cara a los resultados, y pretende que los alumnos aprendan a aprender y que todos cumplan los objetivos, para lo cual se esfuerza.

Este estilo de profesores no regatea esfuerzos personales y muestra tolerancia frente a los errores como medida alternativa para llegar al conocimiento.

Una de las críticas que hace Trillo al profesor técnico es la individualidad que presenta, solo se preocupa de realizar bien su trabajo, y le es indiferente que el resto de docentes presenten el mismo tipo de interés en la enseñanza o compartan sus ideas de reforma. Considera al curriculum como un instrumento meramente orientativo.

El estilo crítico mantiene los principios defendidos por el estilo práctico, pero defiende la idea de una comunidad educativa, en la que todos participen, reflexionen y se comprometan con el desarrollo de la educación. Los profesores críticos postulan que el cambio y mejora educativa no es posible sin el compromiso de todos los que participan en ella. Así, su primera preocupación es conocer las condiciones institucionales que facilitarán o dificultarán su labor, y la crítica comienza cuando se encuentra con impedimentos a los cambios que pretende implantar, por lo que defiende  una mejora de toda  la Administración educativa.